La práctica artística de Andrés es un proceso mediante el cual él como artista se explora y se conoce emocional, psicológicamente, físicamente y en todos los aspectos de su vida. Su obra aborda diversas temáticas al rededor de conceptos como la conexión, la identidad y la conciencia colectiva enmarcándolos en su contexto histórico y haciendo comparativos, acudiendo a la nostalgia, entendiendo y reconociendo el pasado como una herramienta de aprendizaje, asumiendo que en esas experiencias vividas hay conocimiento que merece ser procesado, para aprender, para sanar y para afianzar quienes somos ahora, quienes queremos y podemos ser.
Inicialmente Andrés nos deja conocer el impacto de las vivencias de su niñez, convirtiéndose su trabajo en una especie de proceso de reconocimiento de todos aquellos momentos que lo marcaron, como la separación de sus padres, de donde nace la primera serie de obras: Love beyond borders, donde narra visualmente la fuerza con la que el amor puede trascender y vencer cualquier barrera, prejuicio, o espacio físico. Este primer proceso artístico tiene como protagonista la línea, entendiendo ese concepto de continuidad que la define como una sucesión de puntos, donde existe un punto medio o conector siempre, que ejemplifica el rol que asumió el en su núcleo familiar, en sus amistades y en su vida en general, el propósito de conectar con los demás, a los demás y con todo a su al rededor.
En su siguiente serie de obras, “We are conected” aquella línea que tímidamente buscaba volumétria es llevada a la tridimensiona- lidad por completo y Andrés trabaja sus primeras esculturas, valiéndose de materiales como el concreto, acero, bronce, madera, neón, vidrio, entre otros, donde nos deja ver un individuo al que le empiezan a preocupar problemáticas sociales, entendiendo como parte esencial de la solución a estas problemáticas la conciencia colectiva, el entender al otro, el reconocernos como seres especia- les por ser similares al otro pero también por ser diferentes y únicos.
En esta etapa Andrés experimenta en medio de su proceso artístico y a través de su vida, contrastes que le permiten entender distintas realidades y perspectivas sociales, económicas, culturales y políticas, sin dejar de lado aún esa nostalgia que le caracteriza y encontrando en la escultura y la instalación una manera de llevar al espectador a esos momentos de reflexión en los que constante- mente vive en el proceso creativo de su obra.
Andrés ha encontrado en la escultura y la instalación el medio para poder crear experiencias y obras que lleven al espectador a cuestionarse y conectar el ser con la parte más profunda de su consciente y su subconsciente, para entender cada día mejor las dinámicas que se desarrollan a su al rededor y poder conectarse consigo mismo, con los demás, con su entorno y con esa identidad que le define, desde lo individual hacia lo colectivo y viceversa.